Negación- Enojo- Negociación-
Depresión- Aceptación
En 1969, la psiquiatra
suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross expuso por primera vez el concepto
de las cinco etapas de duelo, en su libro “On Death and
Dying”.
Según la psiquiatra, estas cinco
etapas son universales y afectan a todos por igual, independientemente de la
cultura, religión, edad o sexo de la persona. La palabra “Duelo” proviene de
“Dolor” y significa precisamente eso, el dolor que sentimos por la muerte de un
ser querido, por el final de un amor, por cualquier pérdida irreparable.
Hoy, el mundo está de duelo por la aparición del Covid-19. El duelo obvio es por las víctimas del coronavirus, por quienes la están peleando, por quienes perdieron la batalla.
Pero también existen otros
duelos: el duelo por la pérdida de nuestras vidas tal y como eran
hasta hace un par de meses atrás; el duelo por la pérdida de ciertas
libertades; el duelo por la falta de contacto físico, de cercanía; el duelo por
la pérdida de los rituales que nos definían antes de la pandemia.
Todos, en cierta manera, estamos
atravesando por un mismo duelo universal.
En un principio fue el shock y la
Negación, “Es sólo una gripe”, “¿Cuánta gente muere de gripe
cada año?”, “Son sólo unos pocos muertos”. “Sólo mata a los ancianos, yo estoy
sana y soy joven...”
Cuando ya no pudimos seguir negándolo, llegó el Enojo. Nos
enojamos con el virus, con la falta de información, con China, con Trump. Pero
también nos enojamos por no poder salir a la calle, a la playa, al trabajo, por
tener que usar un barbijo constante, por las líneas en la tienda.
Y cuando ya no encontramos nadie
más a quién culpar, comenzó la etapa de Negociación.
Desde “Prometo cuidarme y dejar
de tomar” y “Voy a salir de todos modos, pero no me acerco a nadie”, hasta “OK,
que se lleve al abuelo, que ya vivió bastante”.
La etapa de la Depresión
fue inevitable. Ya no quedan dudas de que nada volverá a ser como antes.
Y así llegamos a la etapa de Aceptación.
El miércoles por la noche, la
Organización Mundial de la Salud advirtió que el coronavirus no va a
desaparecer en ningún futuro cercano. El mundo tendrá que aceptarlo y aprender
a convivir con el virus.
En un mundo de 8,000 millones de
personas, es imposible atravesar las cinco etapas del duelo todos al mismo
tiempo. Hay quienes aún niegan la magnitud de la situación, hay quienes aún
están tratando de negociar.
¿Ya llegamos a la etapa de Aceptación?
¿Es esta la nueva normalidad?
Los próximos meses serán difíciles
e inciertos. Estamos en el umbral de una crisis económica sin
precedentes. Cuanto antes podamos procesar esta nueva realidad y aceptar los nuevos desafíos, más pronto
podremos prepararnos para esta nueva realidad.
El cambio es lo único
permanente en nuestras vidas. Es hora de aceptarlo y comenzar a planificar la nueva normalidad.





 



 
 
 
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