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| mohamed_hassan/Pixabay |
En la actualidad, los trabajadores gozamos de derechos impensados décadas atrás. Existen leyes que nos garantizan días de descanso y que nos protegen de ciertos tipos de discriminación, entre otras cosas. Pero a pesar de los muchos avances, aún queda unlargo camino por recorrer.
La discriminación laboral es...
una práctica solapada que se cuela de manera sigilosa y casi imperceptible a la hora de contrataciones y promociones. En estos casos, el empleador defiende su decisión argumentado motivos que, si bien no siempre son ciertos, logran disfrazar la razón real del rechazo y la falta de oportunidad.
Los tipos de discriminación más comunes son aquellos basados en la raza, el género y la edad del trabajador. Las investigaciones y estadísticas sobre el tema coinciden en que la mayoría de las posiciones directivas y de liderazgo, tanto en empresas privadas, como en organizaciones y oficinas gubernamentales, están a cargo de hombres, de entre 30 y 50 años de edad y de raza blanca.
Según estadísticas del Centro de Investigación Pew (www.pewresearch.org), el índice de mujeres en el Congreso es del 19%. Sólo el 5% de los presidentes de las compañías de Fortune 500, es mujer (26 en total).
Al margen de razas, edades o género, existe otro tipo de discriminación, basado en el aspecto físico del trabajador. Según un estudio reciente, las mujeres con sobrepeso reciben un sueldo menor que aquellas que cuidan su figura.
Dime cuánto pesas y te diré cuánto ganas
Un estudio realizado por la Universidad Vanderbilt (vanderbilt.edu) encontró que las mujeres con “libras de más” tienden a trabajar en empleos físicamente más demandantes y de menor remuneración.Jennifer Shinall, autora de Occupational Characteristics and the Obesity Wage Penalty, y profesora asistente en la Escuela de Leyes de Vanderbilt notó que a medida que una mujer engorda, tiene menos posibilidades de trabajar en posiciones que requierencomunicación interpersonal. Una mujer con sobrepeso tiene menos oportunidades de ocupar puestos de atención al público, de ventas o de recepcionista.
Con el aumento de peso, también aumentan las posibilidades de ocupaciones físicamente más demandantes, como ayudante de enfermera, cuidadora de ancianos o niños.
¿Sólo las mujeres engordan?
Shinall observó que la discriminación basada en el peso sólo ocurre en el caso de lasmujeres.“Los hombres obesos ganan tanto dinero como los delgados, y ocupan tanto posiciones de interacción personal, como de esfuerzo físico”, señaló. La autora indicó que una mujer considerada obesa que trabaja en una ocupación de interacción personal gana casi 5% menos que una mujer considerada de peso normal, independientemente de su educación y calificaciones.
La investigación de Shinall no es la primera en detectar este tipo de discriminación. Un estudio sobre la desigualdad de pago publicado en el Journal of Applied Psychology, dividió a las trabajadores en cinco grupos de acuerdo a su peso, desde muy delgadas, pasando por peso promedio, hasta muy pesadas.
La investigación encontró que las mujeres “muy delgadas” ganaban $22,000 dólares más al año que las mujeres de peso promedio, mientras que aquellas con “mucho sobrepeso” ganaban $19,000 menos.





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